Estos días de vacaciones he aprovechado para visitar las maravillosas islas canarias. Unas islas que nada tienen que envidiar a Hawaii, he estado compitiendo allí en 4 ocasiones y conozco todas las islas de Hawaii y las islas canarias (excepto la graciosa) a la perfección. Al llegar al hotel el jefe de recepción me preguntaba con preocupación como veía la situación, momentos de incertidumbre que están ahogando a un sector turismo que hace 12 meses vivía una de las mejores temporadas de la historia. Me comentaba que de los 460 hoteles de la zona sur de Tenerife solo estaban abierto 70, eran optimistas para el mes de diciembre pero no tanto para el inicio de 2021. Uno de los días coincidí con un colega que llevaba viviendo varios años en Manhattan, también estaba de vacaciones en Tenerife y me comentaba que había regresado a vivir a Barcelona pues no visualizaba una normalidad de actividad en NY hasta 2024. Le sorprendió, después de unos años sin vivir la ciudad condal, el cambio sufrido en Barcelona y no se explicaba el motivo por el cual se había perdido esa efervescencia de hace años. Si antes a la gente le encantaba vivir aquí… ¿por qué no ahora? Se preguntaba…
Dejando de lado asuntos políticos que no vamos a entrar aquí no cayó en un hecho que va a transformar los hábitos profesionales y formas de vidas de muchas personas: La movilidad.
Antes se intentaba optimizar la matriz (lugar donde vivir/trabajo a realizar) por lo que mucha gente consideraba, con razón bajo mi punto de vista, que Barcelona era una de las mejores ciudades del mundo donde optimizar la matriz. Pero ahora todo ha cambiado, ya no hace falta estar en un espacio concreto. Le comentaba a este colega que yo nunca he tenido ni horarios que cumplir ni oficina donde realizar mi trabajo. De hecho siempre he tenido auténticos problemas con esta variable pues cuando estaba operando en bolsa desde cualquier lugar del mundo siempre entendían mis alumnos que estaba de vacaciones constantes y que no trabajaba nunca. Habré dicho 1000 veces en mi vida la frase “Se puede trabajar desde cualquier lugar del mundo, solo necesitas una conexión a internet y un ordenador”. Ahora la gente ya me cree y con esta premisa la gente ha decidido moverse, algunas personas que hace años eran esclavos de un despacho ahora pueden elegir en que lugar del mundo quieren vivir y por ente desarrollar su tare profesional y esta movilización va a ser una auténtica sacudida para las organizaciones de las urbes tal y como estaban diseñadas.
La bolsa tiene tres variables imprescindibles que la hacen atractiva para poder desarrollarla como obtención de ingresos extra a la actividad profesional de la persona y como profesión exclusiva. La primera variable es la que mencionamos, la movilidad, la posibilidad de realizar la profesión desde cualquier lugar del mundo, sin necesidad de un espacio físico. La segunda variable es la posibilidad de rotar el capital debido a la gran liquidez del mercado. Esto quiere decir que no hay que pensar constantemente en el apalancamiento en la renta variable sino que hay que interiorizar la rotación de capital. Un inversor con 10000 euros haciendo 3 operaciones de compra y 3 operaciones de venta con 10000 euros, es decir, su capital sin necesidad de apalancarse (comprar con más dinero que el que uno tiene, podría negociar un total de 7’2M de euros de compra por otros tanto de venta. Este es el GRAN objetivo de cualquier persona que quiera hacer operaciones de intra día, de comprar y vender el mismo día, tener los herramientas e instrumentos suficientes para poder desarrollar esta técnica y poder crecer ordenadamente y, ante todo, controlando el riesgo en todo momento. La tercer variable imprescindible y que ofrece una gran ventaja para operar en bolsa es el absoluto control de los costes fijos pues, para ser profesional de esto, no hace falta ningún tipo de estructura, como mucho sus costes fijos para realizar la operativa serán de 150 euros al mes ya que si no se hace operación el bróker no cobrará comisión extra lo cual, como hemos comentado varias veces, nos genera la tranquilidad de seleccionar muy bien en base a nuestro método de operativa cuando es una buena opción realizar operaciones y cuando es una buena opción no hacer nada de nada. La productividad, la otra gran lección aportada por este cambio de hábito profesional, está maximizada en la renta variable: Aprenda a no hacer nada.
Me ha resultado muy motivador. Me ha recordado los básicos de operar en bolsa. Gracias.
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