Arranca esta semana la ampliación de capital de IAG que sorprende por el hecho de que se calcula la empresa tenía 8.000 millones en liquidez antes del inicio de esta devastadora crisis. Según el cálculo de los analistas IAG quema 200 millones por semana por tener la mayoría de sus aviones en tierra. Esto hace que IAG tome la delantera en el sector de las aerolíneas privadas decidiendo ser precavida a coste del antiguo accionista pues la dilución que va a suponer esta ampliación de 2.750 millones de euros es muy relevante. Un precio muy atractivo para quien decida suscribir nada menos que 0’92 euros intentando de esta manera evitar el desplome en forma de ventas masivas del derecho de suscripción y, como consecuencia, del precio de la acción. ¿Cómo funciona en bolsa una ampliación de capital?
Supongamos que el viernes usted tenía 10.000 acciones de IAG. El lunes en su extracto de valores amaneció con 10.000 acciones y 10.000 derechos de suscripción. Durante dos semanas, concretamente finaliza la ampliación el día 25/9, van a cotizar las acciones y los derechos de suscripción. La lógica habitual es que contando la proporción de dicha ampliación y el desembolso de la prima (0’92 euros) la acción y el derecho tengan una proporción parecida o, en todo caso, favorable a quien acuda a través de la ampliación para así incentivar que se cubra la emisión de las 2.979 millones de acciones, ahí es nada. Este inversor tiene hasta el día 25 para decidir que quiere hacer. Acudir a la ampliación de capital y pagar 0’92 euros por cada acción que suscriba, que a precios actuales parece razonable, o bien vender los derechos de suscripción y no acudir a la ampliación de capital. Es importante que usted decida que quiere hacer si es accionista de IAG y se lo comunique a su entidad donde tiene los títulos ya que de lo contrario, si no dice nada, le venderán los derechos a mercado el penúltimo o último día de la ampliación, es decir, es una ampliación de capital nunca se supone que el accionista quiere acudir, se supone que el accionista quiere vender los derechos.
Esto ocurre en las ampliaciones de capital de pago pero hay dos tipos más de ampliaciones de capital que suelen ser más habituales que una de pago. El segundo tipo de ampliación de capital es la conocida como script dividend un tipo de remuneración al accionista que se ha puesto de moda en la última década y donde las empresas dejan elegir a los inversores que tipo de remuneración quieren percibir si en efectivo o en acciones. Al igual que en la ampliación de capital de pago aquí también se tiene acciones y derechos. La gran diferencia es que en este escenario el inversor no debe elegir si ingresar o pagar, aquí es ingresar la venta del derecho o tener más acciones de la empresa en forma gratuita por lo que la mayoría de los pequeños inversores, a diferencia del escenario anterior, deciden acudir a la ampliación de capital.
El tercer tipo de ampliación de capital es la llamada liberada. En este caso también se quiere gratificar al accionista con nuevas acciones pero en este caso no hay otra opción como en la anterior donde el accionista puede elegir si tener más acciones o ingresas el dividendo en efectivo. Aquí se regala acciones de la compañía directamente al inversor pero siempre con un pequeño matiz: Cuidado con el valor patrimonial neto.
Con esto lo que quiero decir es que jamás compre una empresa exclusivamente porque paga dividendo o porque realiza una ampliación de capital liberada o por script dividend ya que siempre el dividendo o el derecho de suscripción se va a descontar del precio de la acción por lo que a efectos patrimoniales no va a notar el beneficio real ya que la acción no tiene porque recuperar el precio del dividendo ni del derecho. El ejemplo lo tenemos en IAG donde el viernes el valor cerró a 2’09 euros y el lunes el valor abrió a 1’458. ¿Quiere decir esto que el valor se desplomó más de un 25%? NO. Lo que quiere decir es lo que comentábamos. Al tener en marcha una ampliación de capital el derecho del mismo se descuenta del precio del viernes. A menor escala imagine que una empresa que cotiza a 10 euros decide pagar 0’30 euros de dividendo. Al día siguiente es cierto que nosotros cobramos 0’30 euros por cada acción pero lo que también es cierto es que la acción en lugar de cotizar en los 10 euros empezará a cotizar en los 9’70 euros. No se deje encandilar por portadas de prensa económica destacando grandes pagos de dividendo, su saldo real no notará el valor esperado.

Comenta 1 Comment

  1. Josef, si tengo 1000 acciones y me corresponden 1000 derechos, las 1500 acciones q me darían me saldrían a coste 0€? Leyendo el artículo no me termina de quedar claro en cuál de las tres situaciones estamos.

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