Una semana más con los índices a toda máquina. Una semana más de absoluta contradicción entre la razón y las finanzas y otra semana más rindiéndonos a la objetividad y claridad de unos gráficos que, de momento, nos dicen que no pensemos tanto. Actualmente nos encontramos los niveles de referencia alcistas en los 6986 puntos en el IBEX 35, 24239 puntos en el Dow Jones, 9038 puntos en el Nasdaq y en los 2890 puntos en el SP500. Toda cotización por encima de estos niveles son escenarios alcistas nos guste o no, nos parezca lógico o no.
La mente es, sin duda, el mayor enemigo de cualquier persona que opera en bolsa. La mente es la que nos hace actuar por impulsos ya sean de pánico o euforia y son el elemento, si se tiene un método para operar en bolsa, que nos diferencia de las HFT (High frequency trading) o máquinas de alta frecuencia. El uso de la mente en bolsa solo nos puede traer problemas por eso siempre digo a mis alumnos que la sencillez de la metodología estadística aplicada a la bolsa queda eclipsada, siempre, por la dificultad del control emocional. Somos nuestro mayor enemigo en el momento de operar en bolsa. Pero este control emocional no es exclusivo de la renta variable y podemos encontrar situaciones en diferentes ámbitos que nos pueden ayudar a ser más fuertes y mejores operando en bolsa. Tengo claro yo que si no fuera por los aprendizajes del deporte haría muchos años que habría perdido todo mi capital pues los valores del deporte, compito desde hace 17 años en carreras de larga distancia, me han dado una serenidad emocional que han sido determinantes para superar, bursátilmente hablando, el crash inmobiliario, el crash financiero de 2009, el crash de la deuda de 2012 o el reciente episodio de volatilidad vivido por el covid-19. Sin duda practicar deporte te asienta conocimientos pero si no es muy de practicar pero le gusta ver series de Netflix está de suerte puesto que viendo la primera parte del documental Magnetic entenderá los diferentes escenarios que se puede encontrar en su mente sobre la renta variable.
La primera parte habla de Nazaré localidad portuguesa que se caracteriza por tener la mejor ola, las mejores olas, las más grandes, las más increíbles, escenario donde intrépidos surfistas se juegan la vida desafiando a la naturaleza con olas que superan los 15 metros de altura. Los mejores surfistas de esta modalidad viven allí porque cada día hay olas, hay el escenario soñado. En bolsa nos encantaría que cada día hubiera volatilidad y volumen para hacer operaciones a diario. Nos encantaría un Nazaré donde se dieran los requisitos perfectos para aplicar un método. Pero lamentablemente muchos días nos encontramos el segundo escenario. Un esquiador sueña con desafiar una pared inhumana con sus esquís. Ante la peligrosidad de la hazaña necesita encontrar el día perfecto donde se conjugue buena nieve, buena climatología, buen estado físico, es decir, este esquiador se ha de enfrentar a un escenario totalmente opuesto al surfista de Nazaré donde sabía, al levantarse, que iba a poder desarrollar su potencial sin problema. El esquiador espera y espera y no llega esa oportunidad. Es brillante la metodología de espera de este esquiador…¡es tan importante replicarla en bolsa!. Es imprescindible hacer lo que él hace que no es otra cosa que seguir el método. Es importante no dejarse llevar por sus impulsos pues sabe que una mala decisión podría llevarle a la muerte. Es imprescindible confiar en su talento. Sabe perfectamente que no puede esquiar por un factor ajeno a su control, por un factor que no ha de hacer dudar de su capacidad. Es imprescindible estar preparado para el momento de la gran oportunidad y atacar esa oportunidad pues sabe que es la determinante, la que le va a encumbrar. En renta variable tendemos a pensar que hacer más es mejor, error. En renta variable hay que hacerlo bien con la mayor de las eficiencias y eso no es nada fácil porque siempre vamos a intentar forzar operaciones pensando que a diario un Nazaré será el escenario que nos vamos a encontrar. Debido a los pocos costes fijos que aporta el operar en bolsa el escenario de no hacer nada es un escenario que hemos de integrar en nuestra operativa con la misma intensidad que el de comprar o vender. No hacer nada es importante, saber estar poco tiempo de la pantalla es importante y saber establecer un objetivo de pérdida diaria y, porque no, de beneficio diario es importante. Pero ante todo hemos de saber ver cuando un escenario es Nazaré y cuando no.

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