Es desesperante ver lo rápida que va la vida… ¡en unos días cumplo 40 años! Sinceramente alucino la velocidad acelerada que ha tomado mi vida en los últimos 10 años. Especialmente he sido consciente de dicha velocidad al tener a mi hija Morgana que ya tiene 8 años. El paso del tiempo se acentúa cuando tienes hijos. Eres consciente de su crecimiento, su interacción y como se traduce en años de tu vida. Pero es algo que no podemos controlar. Debemos aprender a vivir con ello si

no queremos vivir en la desesperación que puede impedir que disfrutemos

del presente y que sólo nos preocupemos de lo que está por venir. Y esto es lo que debemos evitar. Una de las mayores enfermedades que tenemos es

pensar que viviremos eternamente y eso hace que lleguemos a niveles de

comodidad preocupantes. Pilotar el tiempo no es fácil; no todo el mundo quiere o está preparado para hacerlo, pero es algo que puede ser fundamental para controlar nuestra felicidad.

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