Una cosa es querer ligar la otra es poder ligar. El Banc Sabadell ha querido algo que, en esta sección, decíamos que era poco probable, una fusión con BBVA. Para BBVA carecía de sentido por el negocio que le aporta Sabadell a sus cuentas. Para Sabadell hubiera sido una solución fantástica pero el canje propuesto para la valoración de las entidades no ha cuajado. Esto pone al banc Sabadell en una situación incómoda que puede tener solución si consigue colocar algo que jamás debió comprar, su filial inglesa. Van a ser semanas clave para esta entidad tan expuesta a las PYMEs, semanas donde tendrá que determinar si decide ser flexible en un hipotético canje de acciones con otra entidad o si va a tomar la decisión de seguir navegando de manera solitaria en este mar lleno de turbulencias.
La bolsa española se acomoda en un impecable escenario alcista. Se encuentra cómoda con esta tendencia y seguirá en ella siempre que respete los 7100 puntos. No olvidemos que a pesar de este movimiento tan espectacular del mes de noviembre las pérdidas desde inicio de año son de doble dígito y es muy poco probable, por no decir imposible, que acabe el año en positivo. Más interesante se presenta el escenario en Estados Unidos donde encontramos un índice Nasdaq cerca de dos niveles claves. Cerca de sus máximos históricos en la zona de 12.440 puntos y cerca de su nivel de referencia para mantenerse en tendencia alcista que ahora se sitúa en 11.630. Pronto pasará algo y de gran relevancia por lo que podemos vivir un final de año explosivo en el índice americano. Ante esta situación de posible recorte no son pocos los inversores institucionales que toman posiciones bajistas o más conocidas en el argot bursátil como posiciones a corto. ¿Qué son y para qué sirven?
Las posiciones a corto son posiciones de venta sin tener el activo en cuestión, me explico. Imagine que usted piensa que una acción llamada X va a bajar. Usted y todos los lectores tienen la posibilidad de vender algo que no tienen pero que se lo prestan. Utilizando el producto financiero adecuado, CFD es el más común si se usa sobre acciones, se puede aprovechar un recorte de cualquier cotización. Como encabeza esta sección es crítico poner el stop loss porque en este escenario hay mucho más a perder que a ganar, aunque le parezca lo contrario. Si un inversor realiza una operación al alza o una compra de la empresa X que tiene un valor de 10 euros lo máximo que puede perder si no se pone un stop loss es el 100% en el caso que quebrara la compañía. En el caso de abrir una operación a corto, vender algo que no tenemos pero que nos prestan, y realizar una venta de la empresa X a un valor de 10 la pérdida puede ser de infinito si vamos aportando capital ya que la empresa puede llegar a valer 100. Lógicamente esta operativa sin stop loss es una auténtica locura y es un tipo de operativa que rompemos el mito de que se gana más, eso tiene la percepción el inversor. Esto no es así pues en una operación de comprar para luego vender se cumple la máxima bursátil de pérdida limitada, si utilizamos el bendito stop loss, frente a un beneficio ilimitado, mientras que en una operación a corto el beneficio es limitado, lo máximo que se puede ganar, cosa poco probable, es que el valor quiebre por lo que el beneficio sería del 100% mientras que la pérdida, si no se pone el stop loss, puede ser muy superior al beneficio.
Con esto a la conclusión que quiero llegar es que siempre que tengamos la opción de hacer una operación a largo siempre será la mejor de las opciones ya que si usamos correctamente el método de operativa y, siempre mirado desde el punto de vista de la inversión, los recursos utilizados siempre nos van a proporcionar mayor rentabilidad que en una estrategia a corto. ¿Por qué entonces tienen tanta fama las operaciones a corto? Por una realidad, la velocidad de las cosas, especialmente en la operativa intradía. Todos sabemos a la perfección lo que cuesta que algo suba y lo fácil que es que algo baje. El miedo multiplica las reacciones bursátiles y, la cobardía del capital, provoca que en un mismo plazo temporal no muy extenso si será más probable ganar en una operación a corto que a largo.